Si hay una banda dentro del Metal Extremo que
cuenta con una (valga la redundancia) extrema paridad en sus publicaciones,
tiene que ser Dying Fetus. Si bien está claro que hay diferencias en sus discos
y cada cual tendrá sus preferencias y consideraciones acerca de la supremacía
de algunas publicaciones con respecto a otras, lo que no creo que se pueda
discutir es la solides y contundencia de cada uno de los capítulos dentro de la
carrera de los muchachos de Maryland.
Como
aclaro en la Introducción de cada nuevo Volumen de Ranking Discográfico, una condición fundamental e ineludible para
elegir la banda homenajeada en estos artículos, es que su catálogo sea, como
mínimo, muy bueno y que no tengan ni siquiera un disco que yo considere
totalmente desechable. Esto fue algo que obviamente cumplieron las dos bandas
que ocuparon los Volúmenes anteriores, pero en el caso de Dying Fetus me parece
atinado aclarar que, por lo menos a mi criterio, hay una gran paridad entre muchos
de sus discos, y el margen de subjetividad en algunos casos es superior al que
creo que hay con bandas como Bolt Thrower o Immortal. Dicho esto, también quiero
que aclarar que desde un principio tuve claro cuál iba a ser el puesto Nro. 1 y
cuál, muy probablemente, pero sin ser un disco mediocre, iba a ocupar el último
lugar de la lista. A mi criterio hay una gran diferencia entre los dos primeros
puestos y los que ocupan los últimos dos o tres lugares del Ranking, pero a
todo lo demás lo encuentro bastante parejo. Igualmente, después de dedicarle
muchos días a un incesante pero hermoso sometimiento a la música de esta banda,
estoy conforme y bastante convencido en que este es, a mi criterio, el Ranking
definitivo. Entiendo que logré representar y argumentar de la mejor manera mis
preferencias en cuanto a la discografía de Dying Fetus, pero no por eso puedo
obviar que discos que ni siquiera entraron al podio son clásicos del Death
Metal brutal y técnico, y que superan ampliamente a muchas de las mejores
entregas de otras bandas contemporáneas.
También
es cierto, o por lo menos yo creo que es una realidad, que el estilo de música
que nos entrega Dying Fetus desde hace más de 20 años, es un estilo muy
particular y que, si bien la clave está en la constancia y determinación de
seguir por un brutal e inalterable camino, difícilmente salgan discos horribles
o que decepcionen a las masas de metaleros alrededor del mundo. La fórmula es
una y Dying Fetus llegó donde llegó por abrazarla y usarla en cada uno de sus
discos. Siendo algo injusto, pero no por eso dejando la honestidad de lado,
esta es una banda que no tiene más de una o dos publicaciones excepcionales y
unánimemente alabadas, como sí las tienen los próceres y los más grandes
nombres del Metal Extremo, por ejemplo, las dos bandas que ya mencioné, y a las
cuales les dediqué el primer y segundo Volumen de esta serie. Pero esto que
intento describir no es con la mera intención de menospreciar la terrible
carrera de Gallagher y compañía. Es evidente que no les hubiera dedicado tantas
horas y días, no solo a escuchar su música, que siempre es lo más disfrutable,
sino a sentarme a pensar y luego escribir mis opiniones sobre cada uno de sus
LPs, si no pensase que están claramente por encima de la gran mayoría de bandas
dentro del género deathmetalero. La razón por la cual menciono esta cuestión,
es porque creo que el hecho de no tener varias joyas que se puedan catalogar
como históricas y el hecho de contar con un estilo y sonido prácticamente
inalterable, son elementos que aportan bastante a esta gran paridad que
verdaderamente existe entre la mayor parte de la discografía de Dying Fetus.
Ya que mencioné que su estilo y sonido fueron prácticamente
inalterables a lo largo de los años, quiero aclarar que me refiero al estilo de
música (Brutal Death Metal), su approach a
este estilo (Tecnicismo), los recursos utilizados (breakdowns, grooves, palm-mutes,
dos voces) y algunos otros detalles. Pero esto de ninguna forma quiere decir
que todos los discos de Dying Fetus suenen igual, compartan todas las
características y tengan la misma calidad. Tan es así, que hay algunas
cuestiones que comprueban la existencia de distintas etapas y, por ende,
ciertos cambios de sonido u otras profundizaciones sobre algunos aspectos
originarios de la banda. Algo que claramente se puede apreciar es el progresivo
ensañamiento con el tecnicismo, por momentos llegando a niveles extraterrestres
y bizarros. Otro punto que creo es evidente, es el crecimiento y la maduración
de la banda desde sus primeros discos llegando a los últimos años de los 2000 y
la década que acaba de terminar (2010-2019), algo que desarrollaré más adelante
y que, como se podrán imaginar, se va a ver reflejado en el Ranking.
Dying Fetus es una banda que empezó en una
época donde el Death Metal estaba empezando a caer en su primer pozo y a fuerza
de brutalidad y músicos excepcionales se fue haciendo un lugar entre los
grandes nombres y poco a poco fue construyendo una sólida e inexpugnable base.
Pero una de las cuestiones más destacables y consagrantes (quizás la más), es
que esto evidentemente no fue, ni es suficiente para John Gallagher y su banda.
No se necesitan más de un par de segundos para pensar en grandes bandas que,
hace muchos años y publicaciones, no nos entregan algo memorable o que pueda pelearle
a sus primeras joyas. Dying Fetus aniquiló el mercado con sus últimos discos y
se posicionó como un nuevo padrino del Death Metal, por su brutal pasado, su avasallante
presente y su esperanzador futuro.
Dying Fetus. De solides, a desquicie y
brutalidad deathmetalera:
8. WAR OF ATTRITION -2007-
Sólido y áspero disco sin tantos momentos
memorables. Creo que esto describe bastante bien al 5to LP de Dying Fetus.
Dentro de lo difícil que fue posicionar a cada disco en su respectivo puesto,
como mencioné en la Introducción, junto con el N°1, el último lugar estaba
bastante decidido. “War of Attrition” me parece el disco con menos momentos
destacables y, aunque es bastante sólido, se mantiene en una monotonía para
nada acostumbrada en DF. Igualmente, es el típico caso del disco que,
perteneciendo a una banda como DF, se acomoda tranquilo en el último lugar,
pero si viniera de otra banda no tan reconocida, sería un poco mejor considerado
probablemente. Hoy en día nos conformamos con muy poco, pero acá lo que importa
es ordenar de menor a mayor los discos de esta enorme banda oriunda de
Baltimore, y en mi opinión, el disco en cuestión es el indicado para ocupar el
puesto N°8.
Es
el primer disco en el que Sean Beasley se hace cargo, además de su bajo, de la
voz que acompaña al profundo growl de Gallagher, y eso solo ya es algo
positivo. Para tratar de armar este tipo de listas, entre otras cuestiones,
siempre se analizan dos cosas claves: la comparación de cada disco con el resto
de la discografía y el análisis del disco en sí. En este caso, estos dos puntos
llevaron a “War of Attrition” al último lugar. Prácticamente todos los temas
parecen ser de relleno y no se puede encontrar ni siquiera uno de esos enormes
y legendarios temas que Dying Fetus nos regala en (casi) todos sus discos. Más
allá de esto, hay algunos temas que están un poco por encima del resto, como
por ejemplo el que abre el álbum, ‘Homicidal Retribution’. ‘Insidious
Repression’ es otro que se puede destacar y quizás el mejor del disco, y para
cerrar, ‘Parasites of Catastrophe’ puede que también merezca ser mencionado. En
definitiva, “War of Attrition” cuenta con el tecnicismo y con la misma fórmula
de siempre, por lo que de ningún modo es una basura de disco, pero la
originalidad e inspiración de Gallagher y compañía estuvo en el punto más bajo
de su carrera, y bastante lejos con respecto a los mejores momentos de la
banda.
7. STOP AT NOTHING -2003-
Cuatro
años antes de publicar el disco que ocupó el último puesto del Ranking, Dying
Fetus sacó a la luz su 4to LP, y uno que a mi criterio es digno merecedor del
el 7mo lugar. Puede que haya sido casualidad que los discos que, en mi opinión,
son los dos “menos mejores” de la banda, hayan sido consecutivos. También puede
ser que Dying Fetus, entre cambio de miembros, un buen parate y alguna otra
cuestión, se haya estancado un poco. Si bien todo esto es subjetivo, lo que
está claro es que tanto en la primera etapa de la banda (comprendida por tres
discos) como en la segunda (también comprendida por tres discos) hay más de un
clásico, no solo de la banda sino del Death Metal en general, y lo que haría
las veces de un período de transición (comprendido por los dos discos que hasta
ahora pasaron en el Ranking) está bastante lejos de poder adjudicarse tales
reverencias. De todas formas, creo que “Stop at Nothing” es un disco bastante
superior a “War of Attrition” y está claramente más cerca de las demás publicaciones
de la banda. Tiene algunos grandes temas, que además suelen ser fijas en los
recitales, como ‘Schematics’, que abre el disco, o, el más conocido y
probablemente mejor tema del disco, ‘One Shot, One Kill’. Otro de los que más
me gustan es definitivamente ‘Vengeance Unleashed’ que cierra el disco. Como ya
mencioné, creo que “SAN” es bastante superior al disco que le siguió
cronológicamente, pero sigue estando esa sensación de no encontrar momentos de
tan extrema genialidad. No es que no los haya, pero los breakdowns que hay no
están ni cerca de esos con los que Dying Fetus aniquila cogotes y destruye
peras. En cierta medida, este disco me da la sensación de ser un Death Metal
algo más clásico y no tan brutal ni bizarro como los mejores momentos de la
banda.
Este
es el primer disco con Beasley, aunque iba a tener que esperar al próximo para
hacerse cargo de las voces, rol que en este disco le fue encomendado a un
muchacho llamado Vince Matthews, que, si bien cumplió y no estuvo para nada
fuera de lugar, lo mejor que hizo en la banda fue dejarle su puesto al querido
Sean. Como resumen, creo que los dos discos que pasaron, con una superioridad
por parte de “SAN”, son dos discos muy aceptables, pero no memorables, y a
partir de ahora llegan los álbumes que hicieron a Dying Fetus la grandísima
banda que es hoy. Los siguientes 6 discos son muy diferentes entre sí, pero entre
ellos cementaron a fuerza de locura y Brutal Death Metal el definitivo legado
de esta banda como una de las más importantes y prolíficas del género.
Violentísimo
debut. Si bien creo que lo mejor de Dying Fetus llegó con el tiempo, este
primer LP, como mínimo, se hizo notar. Brutalidad, Hardcore, algo de Grind,
grooves, todo eso fue lo que la banda puso en la procesadora convirtiéndolo en
una masa espesa y difícil de tragar. Claramente no es su mejor disco, pero es
uno más que importante, porque además de ser su debut, le dejó escuchar al
mundo lo que este par de desequilibrados estaban intentando hacer. Puede que
hayan querido demostrar demasiado en solo 29 minutos de música, pero fueron a
todo o nada y, dentro de todo, les rindió. Obviamente en este disco Netherton estuvo
a cargo del bajo y una de las voces. Desde ya un tipo fundamental en esta
banda, y un gran responsable de la calidad de los primeros (y para muchos mejores)
discos de Dying Fetus. Entre los temas para destacar están ‘Blunt Force
Trauma’, ‘Skull Fucked’ y ‘Nothing Left to Pray For’, pero la cosa está muy
pareja entre todas las canciones.
En
un balance general, el disco es un poco caótico y se queda a medio camino en
ciertas cuestiones, pero no por eso deja de ser un violentísimo y entretenido
disco y, en mi opinión, uno que entra en el lote (aunque en la parte de atrás
del lote) de discos que sostienen el legado y la tan buena consideración que
hoy en día se le tiene a esta banda. Las cosas semi-negativas que tengo para
decir de este disco son más que nada una forma de explicar por qué ocupa el
puesto N° 6 y no tanto una demostración de disgusto general para con este
primer LP. Igualmente, nunca lo pondría por encima de ninguno de los 5 álbumes
que siguen en este Ranking.
Muchas
bandas debutan con su obra maestra y se ven condenadas a vivir de ese recuerdo.
Este no fue el caso de Dying Fetus, pero con “Purification…” sin dudas se
posicionaron rápidamente como una banda a la que había que prestar atención.
5. KILLING ON ADRENALINE -1998-
En
todos los Rankings nos chochamos con algunos puestos que se hacen realmente difíciles
y algunos discos que le complican a uno la vida. Teniendo esto en cuenta, puedo
decir con cierta seguridad que entre este puesto y el N° 4, hubo una larga y
sangrienta batalla, que después de mucho tiempo dio un triunfador y, consecuentemente,
un vencido, lo que ubicó al enorme disco en cuestión en el puesto N° 5.
“Killing
on Adrenaline” es un disco alabado por la gran mayoría y hasta el favorito de
algunos, y lo puedo entender. Es uno de mis recientes y más gratos
descubrimientos y uno que se ganó una gran admiración de mi parte. Lo que es
seguro es que, con este 2do LP, Dying Fetus subió varios escalones tanto en la
calidad de su música como en su posición dentro del radar deathmetalero. Comparado
con el debut, este disco se ajustó mucho más a lo que la banda terminó siendo y
sin dudas elevó la vara para DF y sus contemporáneos. Es un disco que suena muy
bien y totalmente brutal. El tono de la viola es uno de los mejores en la
discografía de la banda y la voz de Gallagher está en un nivel de desquicie
supremo. Algunos de los mejores temas de la banda están en este disco, el claro
ejemplo es ‘Procreate the Malformed’, para mí el mejor del disco y entre los 5
mejores de Dying Fetus. El tema homónimo y el que cierra el disco, ‘Intentional
Manslaughter’, sin dudas son otras dos colosales canciones, y no se puede
hablar de este disco sin mencionar al brutalmente gracioso y famoso, pero no
por eso menos épico, ‘Kill your mother/Rape your dog’.
Después
de tanto tiempo escuchando Dying Fetus y poniéndome en el necesario (y
obligatorio) lugar de conocimiento requerido para hacer este tipo de Rankings,
me dolió bastante tener que poner a este disco en el puesto N° 5, y sigo
convencido de que en ciertos aspectos es superior al disco que le terminó
ganando la pulseada por un lugar dentro del Big 4. Pero poniendo todo en la
balanza, otras cosas pesaron un poco más y esta joyita terminó perdiendo por un
pequeño margen.
4. DESTROY THE OPPOSITION -2000-
Puede
que sea una sorpresa para muchos, pero el tercer LP de la banda, y el que abrió
el nuevo milenio ocupa el puesto N° 4. “Destroy the Opposition” es un gran
disco y no creo que nadie pueda decir lo contrario, pero a mi criterio, y
comparado con los tres discos que ocupan el podio, se queda un poco corto en
algunos aspectos.
En
principio creo que es el mejor disco de la primer y grandísima etapa de Dying
Fetus (teniendo en cuenta que es el último con Netherton), y ni hablar comparado
con lo que sería la época de transición. Tiene la mejor Intro de cualquier
disco de DF, con el épico riff de ‘Praise the Lord (Opium of the Masses)’ y
varios temas que hace 20 años son clásicos totales de la banda y fijas
ineludibles en cualquier presentación en vivo. Entre estos están, además del mencionado
primer tema, ‘Pissing in the Mainstream’, ‘Justificable Homicide’ y podemos
agregar también a ‘Epidemic of Hate’. En el disco hay muy buenos grooves,
ásperos brakdowns y esas típicas Intros rápidas y técnicas como en ‘For Us or
Against Us’. También es el primer álbum que se mete de lleno en temas
políticos, algo que DF seguiría exprimiendo en algunas otras publicaciones.
Pero
el principal problema que tengo con este disco es que le falta una vueltita más
de brutalidad y bizarreada al estilo DF. Si bien es un muy buen disco, lo veo
como uno que se quedó un poco en el medio entre la desmesura y agresividad, y
el tecnicismo brutal. También considero que es un disco muy recomendable para
alguien que recién se está iniciando en la banda o en el Death Metal, y uno que
obviamente va a proporcionar una elevada cuota de violencia deathmetalera.
Entre los que para mí son los mejores discos de DF, este es claramente el más
amigable o soportable para el oído no entrenado. Pero por lo menos para mí, las
mejores versiones y las más nocivas caras de la banda se ven cuando derrapan
hacia los extremos más agresivos, técnicos, brutales, veloces y
ultra-grooveros. En “Destroy…” hay un poco de todo eso, pero no demasiado, o
por lo menos no desborda como en otros discos. En resumen, este LP superó a los
4 que ya pasaron en el Ranking porque es un grandísimo disco e indudablemente
tiene muchos de los mejores y eternos clásicos de la banda. Pero se quedó
afuera del podio porque hay otros 3 discos que subieron mucho más la apuesta y
nos entregaron ese talentoso desquicie que tanto bien nos hace.
3. WRONG ONE TO FUCK WITH -2017-El
más reciente y demoledor disco que Dying Fetus le entregó al mundo se lleva la
medalla de bronce en este Ranking. Si bien no dudé demasiado en cuales iban a
ser los dos discos que acompañarían en el podio al glorioso N°1, debo decir que
decidir el orden de estos me llevó algo de tiempo. Si de Death Metal hablamos,
“Wrong One to Fuck With” es indudablemente uno de los mejores discos de la
década 2010-2019, y uno que seguramente será recordado y escuchado ininterrumpidamente
por los siglos de los siglos. Es una enorme y profunda piña en el centro de la
cara y demuestra, una vez más, que esta banda lejos está de publicar discos del
montón. Hasta para muchos puede que haya sido una sorpresa, teniendo en cuenta
lo bueno que fue el disco anterior, que DF siga en una línea tan clara y tan
excepcionalmente infalible. Es cierto que, si nos ponemos algo estrictos, este
disco puede parecer un segundo intento de “Reign Supreme”, con varios riffs
prácticamente calcados, pero yo personalmente lo tomo como una afirmación del
camino y de la actitud que la banda había tomado en el disco anterior, que
culminó con un asesino y memorable disco de Death Metal. La precisión de estos
muchachos en todo lo que respecta a la música de “Wrong One to Fuck With” es
algo no solo difícil de igualar, sino de entender. Hay un nivel de tecnicismo y
brutalidad tan extremo que realmente dejó a muchos de los discos que se
publicaron en ese gran 2017 como meros álbumes Pop. También agregó varios temas
al catálogo de clásicos y totales joyas deathmetaleras, como ‘Fixated on
Devastation’, que abre el disco y pone la vara altísima para todo lo que viene;
‘Panic Amongst the Heard’, que rápidamente sigue con la locura; ‘Seeding With
Desdain’, con el estilo de la banda marcado a sangre y fuego; y por último, uno
que sin dudas quedará para el disfrute de muchas generaciones por venir, el que
cierra y le da nombre al disco, ‘Wrong One to Fuck With’, un completo asesino
de cogotes.
Realmente
no le encuentro demasiado argumento para que este álbum no se ubique entre los
3 mejores discos de la banda, aunque entendiendo que algunos fans y fieles
seguidores de Dying Fetus, que estuvieron alrededor desde que la banda empezó
su camino en el Metal Extremo, tengan preferencia por algunos discos de épocas
anteriores. Como ya mencioné, me costó bastante no ponerlo en el puesto 2, pero
hay algunas cuestiones (en estas instancias las decisiones generalmente se
basan en cuestiones muy específicas y no tan categóricas) que me terminaron
inclinando por el orden que se ve reflejado en este Ranking. Básicamente hay un
tema que tiene dos caras, y algunas ramificaciones, y que podría ser lo más
“criticable” a mi criterio. Que el disco dure 53 min., o sea, prácticamente una
hora, es en cierto punto algo destacable, pero en mi opinión se terminó dando
por dos cuestiones no tan destacables. La primera es que hay muchos temas
demasiado largos y que en su longitud solo estiran algo hasta hacerlo un poco
intrascendente, en vez de construir grandes cosas. Hay 6 temas que duran más de
5 minutos, y más allá de que es algo que caracterizó a algunos otros discos de
DF, creo que no le terminó de aportar demasiado a “Wrong One…”. El segundo
punto, conectado con el anterior, es que, dentro de los 11 temas del disco, se
nota una caída en cierta monotonía y en temas que dan la impresión de ser un
poco de relleno, o un rápido enganche de riffs que habían sobrado de alguna
otra canción, contrastando con los grandes temas del álbum.
Pero
en fin, hay que entender que la vara está altísima y que el 3er puesto en la
discografía de Dying Fetus es más que un halago para cualquier disco y “Wrong
One to Fuck With” lo tiene más que merecido.
2. DESCEND INTO DEPRAVITY -2009-
Locura
y suprema calidad. Ya está más que claro que a mi criterio la última y
“contemporánea” etapa de Dying Fetus, caracterizada por el Power Trío tan
impecable y demoledor, es sin dudas la mejor de todas las etapas. El disco en
cuestión es el primero de esta era y, por ende, el primero que contó con la
formación Gallagher-Beasley-Williams, además de ser por escandalo una de las
mejores y más espectaculares versiones de Dying Fetus. No fue una decisión
cantada la de ubicar a “Descend Into Depravity” en el puesto 2, pero más
temprano que tarde me rendí ante la completa brutalidad y calidad de este LP. No
creo que haya ni siquiera un tema que pueda ser considerado del montón y todos
son un más que logrado ejemplo de lo que esta banda puede dar y provocar.
Riffs, locura y una enorme cantidad de momentos brutalmente épicos se
desparraman y se comprimen en solo 33 minutos. Con discos así de buenos no se
necesita mucho más tiempo. Quizás una de las más grandes diferencias con respecto
al disco que ocupó el 3er puesto, es la total inexistencia de dos segundos de más
o cualquier tipo de monotonía, lo que hace a “Descend Into Depravity” el gran
merecedor de la medalla de plata en este Ranking. Me gustaría no nombrar ningún
tema en particular en honor a la terrible calidad y grandeza de cada uno de
ellos, pero no puedo dejar pasar la oportunidad de elogiar aunque sea algunos
clásicos que contiene este disco. Ya el primer tema es uno de los mejores, más
conocidos y más alabados temas de la banda, sin ninguna duda. Como si fuera
poco, el disco continúa rápidamente con otro de los mejores y más clásicos temas,
‘Shepherd's Commandment’, que nos deleita con ese martilleo con rumbo directo hacia
el cerebro. Otro monumento al Death Metal es sin dudas ‘Atrocious By Nature’,
poseedor de ese enorme riff al final de sus casi 4 minutos de duración. Por último,
voy a hacer justicia y nombrar al tema homónimo que sigue en la vena de todo lo
anterior, aportando su cuota de enormes riffs y headbangueos. En realidad voy a
seguir haciendo justicia y nombrar, ahora sí en última instancia, a ‘Ethos of
Coersion’ que cierra de manera magistral esta maravilla deathmetalera.
El
disco entero podría tranquilamente ser una playlist para algún recital de la
banda y el show sería un completo éxito. La extrema bravura que tiene este
disco, más la enorme inventiva e originalidad, siempre dentro de la fórmula de
Dying Fetus, hacen que este disco sea uno de los grandes momentos del Death
Metal del Siglo XXI y una casi imbatible cara de dentro de la discografía de la
banda. Casi imbatible, si no fuera por el monumento y el monolítico estandarte
al Death Metal que Dying Fetus le regaló al mundo en el 2012 y que a
continuación ocupará el tan ansiado Puesto N° 1.
1. REIGN SUPREME -2012-Death Metal. Brutal. Técnico. Groovero. Simple. Intrincado. Eficaz. Compacto. Prácticamente perfecto. Death Metal, una vez más.En mi opinión, “Reign Supreme” es el resultado que se obtiene al llevar todas las mejores y más definitorias cualidades de Dying Fetus a su más elevado y extremo nivel. Los 37 minutos que dura el álbum son los mejores 37 minutos que se pueden escuchar de corrido en la discografía de la banda. No hay respiro y no hay descanso. No hay un mísero minuto de más o fuera de lugar. Otra de las mejores cosas de este disco es la forma en la que consiguieron armar un disco con temas simples y pegadizos, pero al mismo tiempo, empapado en una extrema brutalidad y tecnicismo. Los riffs más simples de la banda puede que estén en “Reign Supreme”, pero al mismo tiempo, la cantidad de pasajes de un extremo y desafiante talento técnico hacen imposible envidiar otras épocas de la banda. Si bien considero que Dying Fetus tiene dos o tres discazos para el recuerdo y alguno hasta puede arrimarse un poco a este N°1, para mi criterio deathmetalero, ninguno, nunca, jamás, de ningún modo, puede igualar y mucho menos superar a esta bomba nuclear.
Todos
los temas pueden estar entre los mejores de la banda y hay dos o tres que están
en mi top 5. Ya de entrada podes nombrar 4 temas no solamente infaltables en la
discografía de DF, sino también totales clásicos del Death Metal: ‘Subjected to
a Beating’ cuidado con ese cogote, ‘From Womb to Waste’ un extremo y asqueroso deleite,
‘In the Trenches’ el mejor tema de Dying Fetus, y ‘Revisionist Past’ especial,
diferente y cargadísimo de épicos riffs. Con estos temas le empecé a prestar
real atención a Dying Fetus, y si bien cuando los escuché me faltaba conocer
una gran parte de su discografía, estaba seguro que no se podía poner mejor que
esto, algo que comprobé con el tiempo. Pero la cosa está lejos de terminar acá.
Porque hay enormes clásicos que cualquier metalero desearía escuchar en vivo,
como por ejemplo la brutal (una redundancia en este disco) apertura de este LP,
‘Invert the Idols’, o ‘Second Skin’. Después uno que por alguna extraña razón
quedó algo relegado, como es el caso de ‘Dissidence’, enorme y fiestero. Y para
cerrar esta técnicamente insalubre recorrida, tenemos a dos joyitas como ‘Devout
Atrocity’, que en cualquier otro disco sería uno de los hits, y la magistral culminación
de esta gran obra, ‘The Blood of Power’.
Hasta
en la producción este disco es el mejor. Desde el incesante golpe de la
batería, hasta el asperísimo sonido de la viola y las voces. La estructura de
todas las canciones, con constantes cambios, con vueltas y rumbos totalmente jugados
mientras apilan, en una sola canción, riffs que llenarían un disco entero. Las
bajadas grooveras golpean siempre en el momento y tiempo justo, hundiéndonos en
ese hermoso estado de pesadumbre y locura. Decir que es lo mejor que Dying
Fetus publicó es solo una parte de la descripción de lo bueno que es este
álbum, y no algo que le haga real justicia. Como ya mencioné, esta banda es
indudablemente uno de los grandes nombres del Death Metal post-época dorada, y
tiene un catálogo realmente envidiable. Pero hasta en bandas como esta sucede
que, en determinado momento, por alguna razón o un conjunto de circunstancias,
uno de sus álbumes conjuga todo lo mejor que este grupo de muchachos podía dar,
y se convierte en el definitorio e imbatible estandarte de su discografía. Gran
parte de la discografía de Dying Fetus es de un muy alto nivel, pero “Reign
Supreme” es sublime y el único y definitivo Rey.
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